Las páginas web requieren un dominio, una carta de presentación, para que los usuarios puedan acceder a ella a través de cualquier navegador. Por ejemplo, si deseas que el nombre de tu sitio sea «dominiodemiempresa.com», debes registrarlo. Claro, ¡siempre y cuando nadie lo haya hecho antes!, porque de ser así, te toca pensar en uno nuevo que, ingeniosamente, encierre el concepto a vender.
Eso sí, lo más recomendable es adquirir un dominio con un registrador autorizado y por un tiempo limitado. Las empresas que se manejan en ese mercado ofertan una variabilidad de tarifas que debes estudiar para deducir cuál es la que más le conviene. Aunque, también podrías optar por un subdominio a través de cualquier servidor gratuito, pero estos no se registran.
Nociones básicas antes de iniciar el proceso de registro de dominio
“WHOIS” es el sistema que se encarga de conocer a los responsables de una dirección IP o de los nombres que se le asignan a los dominios. Todos los datos que anualmente personas, empresas, organizaciones y gobiernos registran se conocen como “datos de WHOIS”, que son gestionados por los registradores.
Cualquier entidad que desee convertirse en un registrador debe ser acreditada por la ICANN, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, con quien se realizan los contratos para que dominios de alto nivel, como “.org” o alguno nuevo, pueda estar en funcionamiento.
Nacimiento y primeros pasos de su dominio
Lo primero que debes hacer es, efectivamente, elegir un dominio y, como ya se lo mencionamos, verificar su disponibilidad en algún registrador. En caso de no haber problema, ingresa tus datos personales, “Datos de Registración de Nombres de dominio (DNRD)”; elige por cuánto tiempo permanecerá registrado; y, al final, cancela por los servicios prestados.
Luego, enlaza con la URL a la cual se direccionará y espera cierto tiempo para que sea reconocido en todos los servidores de internet. Si has elegido un dominio “.com” o “.net”, podrás espera entre cuatro y ocho horas. Pero si no, la mayoría de las veces el procedimiento tarda entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas.
Durante ese período, en paralelo, la empresa registrante establece contacto con ICANN para procesar la solicitud y dar por culminado el registro. Poco a poco, debido a los diferentes tiempos en la actualización y a los distintos parámetros de caché, podrá ingresar a la página desde cualquier computadora alrededor del mundo.
Datos indispensables para el registro
Automáticamente, apenas finalices el ciclo anterior, quedas como el propietario y legítimo dueño del dominio por el período elegido. Pero nunca dudes en asegurarse que la empresa contratada esté inscrita en ICANN, pues allí se encargan de preservar la información registrada.
Algunas compañías ofrecen «trucos» para quienes no quieren mostrar sus datos personales al inicio del registro. Entonces contratan a una empresa proxy (intermediaria) para que figure como representante. Si decide tomar esta vía, está expuesto a que, en caso de presentarse algún problema técnico, no puedan contactarlo.
Algunos usuarios, también, acuden a los revendedores, quienes trabajan con los registradores y suelen ofrecer servicios de alojamiento web o casillas de correo electrónico, por ejemplo. Estos revendedores no están acreditados por la ICANN, pero cualquier servicio que vendan y sea propiedad de un registrador, cuenta con el patrocinio y responsable respaldo de este último.
Protección al registrado
«El Acuerdo de Acreditación de Registradores» del año 2013 estipula que durante la vigencia del período de registro, la empresa que contrató debe enviarle un recordatorio anual para que mantengas al día, y actualices en caso de ser necesario, tus datos de WHOIS.
Por lo tanto, siempre tendrás derecho a recibir información sobre la identidad de su registrador, acreditado por la ICANN, y sus respectivos proveedores de servicios de privacidad o representación.
También, debe tener acceso a los términos y condiciones aplicables al registro del dominio y a todos los servicios de confidencialidad. Es decir, deben mantenerlo informado. Sobre todo en relación al tratamiento que se le tendría que dar a posibles inquietudes o disputas.
En ese sentido, lo más importante es que le garanticen plena transparencia en todo momento. Pues, no puedes ser objeto de publicidades falsas, notificaciones engañosas, tarifas ocultas, o de cualquier otra práctica que se considere ilegal según lo establecido en la legislación de su lugar de residencia.
Negocios que se hacen con los dominios
Muchas empresas registran dominios muy parecidos al que poseen las páginas más visitadas en el mundo. De esta manera, si el usuario comete algún error escribiendo en la barra de direcciones de su navegador, entiéndase quitar, duplicar o intercambiar alguna letra, tienen la posibilidad de obtener más visitas.
Aunque ya muchas compañías han tomado medidas preventivas y se adelantan en ese tipo de registros. Los medios de comunicación llaman a esto «Ciberocupación» y hasta las celebridades se valen de este recurso.
Otra cosa que puede suceder es que, al vencerse el plazo del registro, algún inescrupuloso se encargue de secuestrar los dominios que se vayan liberando. Lo que representa un problema de identidad, entre otros tantos, para la empresa afectada.
Ya sabes, sé prudente. Tome las medidas que sean necesarias en aras de blindar la permanencia, confiabilidad y seguridad de su sitio web. No se deje llevar por negocios que le ofrezcan soluciones mágicas y milagrosas. Los procedimientos están establecidos y lo único que debes hacer es cumplirlos.